Desde hace semanas conocemos por los medios de comunicación y muy poco por la administración sanitaria, las ampliaciones de plantilla que se van a realizar antes de final de año en la Atención Primaria, esas que prometieron que comenzarían a partir del 15 de septiembre y que hasta ahora aún son un mero anuncio.
No conocemos en detalle qué criterios han usado para determinar a qué poblaciones le corresponden estos aumentos de plantilla, supuestamente los ACG, una estimación sobre la complejidad de los cupos en base a sólo 10 procesos de enfermedad y por lo visto también tienen en cuenta el número de pacientes por cupo, edad de los mismos, dispersión de la población o su especial vulnerabilidad (zonas necesitadas de transformación). Desconocemos así mismo el peso relativo de cada uno de estos parámetros y la puntuación obtenida por las distintas unidades.
En la provincia de Sevilla hay en torno a 1160 cupos de médicos de familia, sobre las que se van a crear 21 plazas nuevas, es decir un incremento de 1,8 %. En relación con los pediatras, hay 290 en la provincia y se van a crear 3 plazas nuevas, es decir, un incremento de 1,03 %. Estos ridículos incrementos son por lo tanto una gota de aceite que desgraciadamente renueva poco la Atención Primaria y los cambios van a cambiar poco o nada la situación de sobrecarga de los profesionales en Atención Primaria
Lo que sí tenemos que denunciar es que esta ampliación, aunque es bienvenida especialmente para las UGC que aumentan la plantilla, llega tarde pues durante años han sufrido la sobrecarga de trabajo, y es escasísima, ya que solo recupera en algunos casos plazas amortizadas con los recortes. Llevamos 30 años de una precariedad absoluta en la Atención Primaria andaluza y que se ha acentuado en los últimos años. La situación es tal que esto no va a suponer un cambio sustantivo en nuestro desempeño ni va a aportar mejoras significativas en términos de atención o de salud en la población.
Este aumento de plantilla si podría cambiar realmente el panorama de la Atención Primaria en Andalucía si se acompañara además de un aumento del tiempo de atención por paciente, el cese de acúmulos de cupo, el acceso a recursos diagnósticos con el tiempo necesario para su interpretación, desburocratización de las tareas administrativas, cobertura inmediata de las ausencias por enfermedad, etc…
