La pasada semana denunciábamos en esta misma web la contratación por parte del SAS, de 436 cargos intermedios en toda Andalucía. Numerosos medios de comunicación se hicieron eco de esta escandalosa noticia en la que, en tiempos de recortes de sueldo y
horas de trabajo, en tiempos de contratos precarios, de cierre de centros de salud y en tiempos de no renovación de plazas de jubilados se contratan a más de 400 personas para puestos de organización con un elevado coste.
La Consejería, no tardo en dar respuesta a nuestra queja pública, en un alarde de buenas palabras y buenas intenciones tales como la mejora de la accesibilidad, el servicio eficiente o que en un ejercicio de responsabilidad habían reducido los altos cargos.
Precisamente porque estamos en unos tiempos difíciles estas palabras carecen de credibilidad y no suponen más que un burdo intento por parte de la administración de justificar contrataciones de personas afines.
Y como muestra, un botón. Ayer se publicaba en El Mundo Andalucía una noticia según la cual el TSJA había tumbado por segunda vez uno de los cargos del SAS. Se trata, en efecto de una afiliada al PSOE, secretaria de salud de la agrupación socialista de Córdoba concretamente. Marisol de Cristino, que así es su nombre fue designada como directora de unidad de gestión clínica (UGC). Un juzgado de Córdoba anuló su nombramiento, hecho que el SAS recurrió. El TSJA obligó a la administración a cesarla puesto que no consideró legítimo el nombramiento.
El SAS, en su empeño por colocarla, convoca de nuevo una plaza para ese mismo cargo, y que curiosamente vuelve a ser Marisol de Cristino la elegida, esta vez por concurso de méritos. De nuevo se repite el proceso; un juzgado lo tumba, el SAS recurre ante el TSJA. Y de nuevo el alto Tribunal, el pasado 2 de julio falló en contra de esta convocatoria y obligó al SAS a pagar las costas (es decir, los ciudadanos tuvimos que pagar las costas de un proceso que no debió de existir nunca). Esta rocambolesca historia tiene un capítulo más, y es que esta persona fue ascendida hace unas semanas al ser nombrada directora de cuidados en el propio Distrito sanitario de Córdoba.
Esta es tan solo una muestra de lo que de verdad está pasando en la sanidad pública andaluza. Los escasos recursos con los que cuenta, se distribuyen primero entre los afines. Y los recortes para los derechos sanitarios de los ciudadanos y para los profesionales.