La situación crítica de la Atención Primaria ha hecho que en los últimos años se haya prestado menos atención a las carencias de la Atención Hospitalaria andaluza. Sin embargo, sería un error pensar que en este ámbito no existen problemas.
El actual Gobierno andaluz parece haber dado por resuelto el agravio retributivo que sufrimos los facultativos andaluces con respecto a los del resto de España. Si bien, las únicas mejoras han consistido en incrementar el precio de la guardia y poner fin a la discriminación por razón de la exclusividad.
Es muy difícil valorar las diferencias retributivas entre los facultativos hospitalarios españoles, pues las diferencias en los conceptos retributivos son enormes. Además, su percepción depende de la antigüedad, de la actividad complementaria o del acceso a la carrera profesional, entre otros factores. Sin embargo, las diferencias son grandes no solo entre comunidades, sino dentro de la misma comunidad o incluso entre facultativos del mismo servicio y hospital. Así, por ejemplo, la retribución de la hora de guardia en Andalucía es de 25’15 euros/hora en un día laborable y de 27’38 euros en un festivo, mientras que en Murcia es respectivamente de 29’76 y 33’04 euros. Esta diferencia puede representar 4.000€/año solo en concepto de guardias. El sueldo bruto anual sin guardias oscila entre los 48.320 €/año de Andalucía y los 62.200 € de Aragón.
El descontento en el ámbito hospitalario surge también de las pésimas condiciones de trabajo, la ausencia de promoción profesional y la imposibilidad de controlar el propio futuro profesional. Muchos médicos optan por la sanidad privada solo para poder decidir el tiempo que dedican al trabajo, el tipo de actividad en el que centrarse o para poder seguir a sus propios pacientes. Las prolongaciones de jornada imprevistas y no retribuidas son habituales y la animadversión del director de la Unidad puede cercenar el desarrollo profesional del médico. La conciliación de la vida personal y profesional a menudo es difícil, cuando no imposible.
El sistema de gestión de personal médico del SAS es obsoleto. Las mismas reglas rigen para todas las categorías profesionales, cuando las exigencias de selección y desarrollo profesional del médico son muy diferentes a las de otros colectivos. No obstante, tanto la anterior Administración andaluza como la actual han ignorado esta realidad.
Por citar solo algunos ejemplos, en el ámbito hospitalario es necesario abordar de manera urgente la regulación de la guardia localizada y también de presencia física. Las continuidades asistenciales deben ser voluntarias y las prolongaciones de jornada imprevistas deben reducirse al mínimo posible, ser reguladas y recibir una retribución adecuada. La jornada ordinaria de tarde debe aplicarse de manera excepcional y ha de ser compensada con un complemento retributivo específico.
La inacción de la Administración a la hora de afrontar los cambios necesarios en el ámbito hospitalario, así como la infrafinanciación de la sanidad pública en Andalucía, siguen amenazando el futuro del sistema sanitario público, un futuro que el Sindicato Médico Andaluz nunca dejará de defender con todas las herramientas a su alcance.