Los Juegos del Hambre de Sanidad

De los creadores de La Lotería del Ministerio, nos llega una nueva versión de Los Juegos del Hambre en clave ministerial. Aún con el conflicto con los opositores MIR en marcha, estando en marcha una acampada de las víctimas del estropicio de elección de plazas de este año a las puertas del Ministerio, se plantea endurecer la sanción por renunciar a la plaza asignada (este año por “sorteo”, y si uno consigue remitir la lista de peticiones en fecha, recordemos). Así, mediante RD, se quiere legislar sancionando de la siguiente manera: si se ha renunciado dos veces a la plaza MIR asignada, no se podrá acceder a ninguna convocatoria MIR en los 4 años siguientes.

A este Ministerio de Sanidad, ahora comandado por Carolina Darias (cuya única experiencia médica es como usuaria, recordemos, es licenciada en Derecho), sólo le falta cambiar su denominación a Ministerio para Azote y Tortura de los Médicos. No han quedado satisfechos con una gestión totalmente irresponsable de la pandemia por el SARS-CoV2 (COVID19), que ha costado la salud y la vida a muchos de nuestros compañeros sanitarios. Ahora se dedican a hacerles la vida imposible a los facultativos desde antes de comenzar a ejercer su profesión.

Sanidad no se merece que esos compañeros opositores se incorporen a un sistema que les maltrata desde antes de esclavizarlos “oficialmente”. Además de poner piedras (no pocas) en el camino de la elección, ahora les sancionará si renuncian a la plaza que les ha “tocado” (decir que la eligieron es mucho decir). Parece que no tienen en cuenta desde el Ministerio la falta de recursos médicos en nuestro país, puesta de manifiesto con la pandemia. No tenemos recursos, no sólo de infraestructuras y de inversión, sino humanos. Es preciso formar (y hacerlo bien, no a latigazos) y fidelizar a los médicos del futuro. Porque en unos años los van a necesitar y, con esta política cortoplacista, rancia y que recuerda tiempos pasados, van a convertir el sistema sanitario público español en un erial. Tomen nota y quítense las orejeras de burro.

Comité Ejecutivo del Sindicato Médico de Sevilla

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