La Sanidad andaluza espera un nuevo Gobierno que la escuche

Piense en un centro de salud. En todos los que pasan por él. Da igual quién se le venga a la cabeza, porque es casi seguro que está enfadado con la gestión del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y hasta puede que haya hecho huelga en los últimos meses para protestar. Médicos, personal de Enfermería, pacientes, farmacéuticos… Profesionales y usuarios de la sanidad andaluza están que trinan.

El enfado de quienes trabajan para el SAS y sus usuarios viene de antiguo. Las mareas blancas, manifestaciones masivas de profesionales y vecinos para protestar contra los recortes de la Junta en sanidad fueron capaces hace dos años de llevarse por delante al entonces consejero del ramo, Aquilino Alonso.

Con la salida de Alonso del Ejecutivo andaluz, la presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, creyó dejar la situación por cerrada. No fue así. Poco más de un año tardó la calle en volver a reclamarle al Ejecutivo andaluz que escuchara al sector. Porque esa es una queja transversal a todos los colectivos: la falta de atención del SAS con las reivindicaciones. «Muy buenas palabras pero luego no hacen nada», han comentado médicos, enfermeros y pacientes.

Los médicos de atención primaria, «hartos», dicen, de las condiciones en las que tienen que trabajar, han sido estos últimos meses los que más fuerte han protestados contra la política sanitaria de Susana Díaz. Herederos del espíritu de las mareas blancas, salieron a la calle masivamente el pasado 23 de noviembre a pedir más personal, más tiempo y más medios. Y van a salir pasado mañana 19 a protestar, así como el 16 de enero.

«La Junta solo se reunió con nosotros el día antes de la huelga», explica el presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA) Rafael Carrasco, que añade que los responsables de Sanidad tuvieron «muy buen tono», pero que con eso «no se arregla nada». ¿Y cómo están ahora, tras su huelga? «Igual de indignados», asegura Carrasco.

«Seguimos en la misma situación así que vamos a seguir reivindicando, gobierne quien gobierne». La frase de Carrasco no es gratuita. Es un recado bien medido a Susana Díaz, que acusó a los médicos de querer «manipular» la campaña electoral. «Nosotros vamos a contarle nuestras quejas a quien gobierne, nos da igual quién», añade Carrasco. Un nuevo color en San Telmo, creen desde el SMA, puede ser una ventaja en su lucha porque «al menos vendrán con más ganas de escuchar», algo que han echado en falta en el hasta ahora Gobierno.

Fuente: ABC de Sevilla

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