A las 10 de la mañana de hoy, durante media hora, profesionales de las tres ramas sanitarias, médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería, nos hemos concentrado a las puertas del centro de salud San Hilario en Dos hermanas, con motivo del Día Nacional contra las Agresiones a Sanitarios.
En Sevilla y su provincia, según datos del propio Servicio Andaluz de Salud, hemos tenido que lamentar nada menos que 242 agresiones, 67 físicas y 175 no físicas, casi un 20 % más de las producidas en 2016. Solo Sevilla acopia el 26 %, la cuarta parte de todas las agresiones en Andalucía.
Y hemos escogido San Hilario porque sus profesionales han sido objeto de muchas agresiones en el último año, tres de ellas de especial intensidad. En mayo los tres componentes del equipo de urgencias (médico, enfermero y técnico) sufrieron insultos, descalificaciones y amenazas cuando acudieron a atender a un paciente a domicilio. En septiembre fueron tres médicos de la plantilla del centro las vejadas y amenazadas, resultando con lesiones por un codazo en la cara una de ellas. Y, al iniciar el año 2018, una enfermera del servicio de urgencias DCCU, abierto las 24 horas del día, sufrió otra agresión física y verbal.
Profesionales de varios centros de Dos Hermanas han interrumpido sus consultas para estar en la concentración. Esto ha sido posible por dos razones. Una porque desde la propia Gerencia del Área de Gestión Sanitaria de Valme-Sur se dieron instrucciones a los directores de los centros de Dos Hermanas para que facilitaran la asistencia a las mismas evitando citar pacientes durante ese tiempo; de ese modo estuvieron los profesionales del Centro de Los Montecillos con su directora al frente. Y la otra, por la decidida actitud de los profesionales del propio centro de San Hilario a los que su director, Antonio González Martín, que no acompañó a su personal, no les cortó las agendas de pacientes y tuvieron que salir a la concentración contra las agresiones, sufridas en sus propias carnes, teniendo que posponer tareas y consultas que su director no quiso impedir y con algunas protestas, pocas, de los usuarios citados. Y es que así, la tolerancia cero contra las agresiones es imposible. Aunque los profesionales seguiremos en esa querencia.
Al final de la concentración se leyó un manifiesto contra las agresiones donde, tras manifestar nuestra repulsa ante las agresiones a sanitarios así como nuestro compromiso en la lucha contra esta lacra, volvimos a concluir:
¡¡¡CONTRA LAS AGRESIONES, TOLERANCIA CERO!!!