El SAS nos penaliza por superar el cupo de derivaciones que nos impone

Andrés Jiménez, vocal de Atención Primaria del Sindicato Médico Andaluz, cuenta cómo Andalucía y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) son pioneros en España a la hora de aplicar los objetivos de las UGC. Según explica, estos objetivos suman un total de 200 puntos, la mitad de los cuales son calificados como ‘objetivos críticos’ y son los referidos al gasto farmacéutico. “Para que veas el peso que tiene recetar”, lamenta.

El otro indicador que más importancia tiene a la hora de restar el plus de productividad de los médicos de Atención Primaria (AP) es la “derivación de los pacientes al especialista” o, incluso, la realización de pruebas diagnósticas. Tal y como indica Jiménez, “si a mitad de año has cubierto el cupo de derivaciones que podías realizar y aún así las prescribes, o bien el sistema las rechaza o se quedan retenidas hasta que se inicie un nuevo ciclo”.
Desde el SMA su vocal de AP explica la ingeniería financiera que se da en el SAS, en detrimento de la calidad asistencial: “Si el centro de salud prescribe una prueba diagnóstica, esa se imputa a Primaria, aún cuando se haya realizado en hospital; por eso a veces en lugar de solicitar esa prueba que podría ahorrar una visita al especialista, los centros de salud derivan al paciente al hospital para que sea allí donde la soliciten y vaya con cargo a su presupuesto”. A fin de cuentas no son pocas las veces que, después de meses de espera, las pruebas diagnósticas son realizadas por centros privados. De nuevo, ahí, entran en juego los cupos de derivaciones. 
Imposición sin consenso.

Isabel, es médico residente en un centro de salud de Málaga que, no sólo confirma la pérdida de estos incentivos económicos sino que, además, denuncia “la presión constante del gerente del centro para que no nos pasemos de los límites”.
La portavoz del SAS de la Junta de Andalucía (PSOE) indica que “en el caso de objetivos relacionados con derivaciones a la asistencia de ámbito hospitalario, el criterio que impera es el clínico y el de una asistencia de calidad”. 
Como sostiene Jiménez, el sistema se encarga de bloquear estas derivaciones. Así, no sorprende que el portavoz del SAS se jacte de que “en Andalucía los profesionales de Atención Primaria resuelven el 90% de los problemas de salud”.
En cuanto al establecimiento de los objetivos, estas mismas fuentes del SAS aseguran que “se consensuan y pactan con los profesionales cada año, adaptándolos a los diferentes criterios de evidencia científica, calidad y eficiencia, entre otros”. Algo que el vocal de AP del Sindicato Andaluz de Médicos niega tajantemente, afirmando con rotundidad que “no hay ninguna negociación ni conversación previa, los objetivos comunes a todos los centros se nos imponen desde los Servicios Centrales del SAS y los críticos y específicos, que son individualizados para cada UGC, son marcados desde la gerencia del distrito”.
Aunque fuentes del SAS apuntan a que “el objetivo final es mejorar la asistencia sanitaria que se presta a la ciudadanía”, Jiménez no lo ve de ese modo, hablando de “presiones habidas y por haber”, hasta el punto de que denuncia que “ya tenemos casos de médicos expedientados con suspensiones de un mes de empleo y sueldo por haber recetado a un paciente que lo necesitaba mientras se gestionaba su expediente”. 

Fuente: SMA

 

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