Mañana es 8 de junio. La semana que viene, el 16, se cumple el ultimátum del gobierno a los sindicatos de clase y a las organizaciones empresariales para que acuerden la reforma del mercado laboral.
Los sindicatos de clase no quieren que llegue el 16 sin acuerdo y que el gobierno escenifique un nuevo decretazo. Por eso hacen la huelga de funcionarios el dia 8, para enseñarle los dientes al adversario y negociar desde una posición de fuerza, si la huelga saliera bien.
Porque esta huelga no va a conseguir que el gobierno retire el decreto de recorte de nuestro sueldo. Eso ya está en el BOE y en el BOJA, ha sido aprobado en el parlamento. No hay vuelta atrás.
Lo único que podríamos pedir es una claúsula de revisión para que cuando lleguen, si llegan, las vacas gordas, nos devuelvan todos los euros que nos hayan quitado. Y para eso no hay que precipitarse con una huelga a bote pronto.
La prisa de los sindicatos de clase es que antes del 16 tienen que haber mostrado su fuerza y como no confían en las propias, quieren movilizar a los médicos.
Lo único que conseguiríamos, aparte de perder el sueldo de un día, más los prorrateos, sería hacerle un favor a estos sindicatos para su negociación de la reforma laboral, reforma que a nosotros ni nos va ni nos viene. Y al día siguiente tendríamos que sacar adelante el trabajo acumulado del día de huelga.
Es por eso que el Sindicato Médico, como tampoco SATSE ni USAE, va a participar en esta huelga, porque no queremos desperdiciar nuestra pólvora en guerras ajenas.
Cuando consideremos que el momento es el idóneo y tras debatirlo suficientemente en reuniones y asambleas, os pediremos ese esfuerzo.