Las recientes informaciones sobre las escasas contrataciones que el SAS ha podido hacer en Málaga, aduciendo que no hay profesionales, deja ver la realidad que conocemos desde hace demasiados años. La permanente actitud de engaño en que nos tiene la administración sanitaria.
Hacen una OPE con 92 plazas para sustituciones de verano y solo consiguen cubrir 19. Y dicen «Hemos contratado a todos los médicos de familia que hemos podido, pero ya no hay disponibles»
La respuesta que dan profesionales de la atención primaria de Málaga es que ha habido facultativos que han rechazado esos contratos por considerar que no les interesaban ni por el apartado económico ni por las condiciones laborales, entre otros motivos porque tenían ofertas de trabajo mejores tanto en la sanidad pública de otras provincias como en el sector privado. Y es que resulta que les quieren obligar a trabajar en varios centros de salud, con horario partido de mañana y tarde para cubrir todo lo habido y por haber.
De 13 MF recién terminados, solo 4 han aceptado la oferta. Y la administración sigue manteniendo que no hay más disponibles.
Efectivamente, la imprevisión general respecto a las necesidades de profesionales hace que los médicos escaseen, situación que es torpemente aprovechada por la administración para decir que lo intentan pero que no hay más. Y se quedan tan panchos cuando debían estar muy preocupados por la política que siguen de castigo a lo poco que tienen y que ya da síntomas de tal cansancio que empiezan a decir basta, hasta aquí hemos llegado, y a no coger contratos que se convierten en abusivos por sus condiciones de desempeño impuestas por mandos con pocos escrúpulos.
Cuando decían aquello de que el personal era el mejor y más valioso capital que tenían, sabían muy bien lo que decían y a que se referían. Pero todo tiene su límite.