La violencia en los centros sanitarios no cesa y la situación está alcanzando niveles alarmantes. Esta mañana, un médico del Centro de Salud de Burguillos ha sido víctima de un intento brutal de agresión cuando un paciente, enfurecido por el tiempo de espera, le profirió insultos y amenazas, intentándole agredir con dos muletas y viéndose obligado el médico a huir y quedando visiblemente afectado por el impacto emocional.
Los hechos ocurrieron cuando la madre de un paciente, tras permanecer algunos minutos en la sala de espera del área de urgencias, increpó al médico acusándole de «falta de profesionalidad», tal y como relata el propio médico. En ese momento, sintiéndose «increpado a gritos, maltratado y ninguneado», el médico ha pedido a esta que no dudara de su profesionalidad, momento tras el cual se han sucedido una serie de hechos que han derivado en la huida del médico.
Concretamente, por detrás de la mujer apareció el agresor, «con mirada de rabia» e intentando agredir al profesional, algo que solo ha sido evitado al interponerse la madre del paciente entre ellos. Ante la insistencia del agresor, que se «abalanzaba» sobre el médico «con dos muletas alzadas», el facultativo se ha visto obligado a «salir corriendo hacia el pasillo» y huir del centro de salud «ante la incrédula mirada de los pacientes en la sala de espera, mientras escuchaba gritos y golpes en la consulta».
Una vez en la calle, el médico, ayudado por un profesional de la industria farmacéutica, buscó refugio y llamó al 112 para alertar del intento de agresión y del estado de evidente nerviosismo que se estaba viviendo en el Centro de Salud. Una vez personada la Guardia Civil, al volver al Centro de Salud, el médico encontró «sillas de los pacientes volcadas» sobre su silla, así como «restos de cristal en el suelo de un mueble, el papel de la camilla revuelto, restos de rozaduras en paredes y en el frigorífico de las vacunas, que también esta girado sobre su eje».
Pese al estado de ansiedad en el que se encontraba, el profesional decidió no darse de baja para no dejar sin atención médica el punto de urgencias, siendo atendido in situ por personal y responsables del centro. La Guardia Civil acompaño en estos instantes posteriores al médico, interponiéndose la correspondiente denuncia por parte del médico agredido.
Desde el Sindicato Médico de Sevilla (SMA-Sevilla), condenamos enérgicamente esta agresión, que no es un caso aislado, sino parte de una preocupante tendencia al alza en los centros sanitarios andaluces. Según datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), en 2022 se registraron 1.494 agresiones a profesionales sanitarios en Andalucía, de las cuales 259 fueron físicas. Aunque la cifra total es similar a la de 2019, la tasa de agresiones por cada mil profesionales ha disminuido de 14,6 a 12,32, debido al incremento de la plantilla sanitaria.
La situación es insostenible. Nuestros profesionales se encuentran cada vez más desprotegidos, trabajando en un clima de miedo e inseguridad, que repercute negativamente no solo en su bienestar, sino también en la calidad de la atención que pueden ofrecer. A pesar de los repetidos llamamientos para que la Consejería de Salud y Consumo y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) actúen, las promesas de reforzar la seguridad con cámaras y personal adicional aún no se han materializado.
Casos recientes de violencia en centros sanitarios de Sevilla, Córdoba y Málaga evidencian que el problema es generalizado. Mientras tanto, la falta de respuesta efectiva de las autoridades deja a los profesionales en la primera línea completamente expuestos.
Desde el SMA-Sevilla, exigimos acciones inmediatas y efectivas por parte del SAS para detener esta lacra que pone en riesgo tanto la integridad física como mental de quienes dedican su vida a cuidar de la salud de los demás. Es imperativo que, de una vez por todas, se tomen las siguientes medidas:
- Sistemas de seguridad activa y pasiva, como cámaras de vigilancia y personal de seguridad capacitado.
- Protocolos de respuesta rápida ante agresiones, asegurando que los sanitarios puedan denunciar y recibir asistencia psicológica de inmediato.
- Sanciones más severas y efectivas para los agresores, con el fin de disuadir futuros incidentes y proteger a quienes cuidan de nuestra salud.
“No podemos permitir que esta situación se perpetúe en 2025. La seguridad de nuestros profesionales no puede esperar más”, añade el portavoz del Sindicato.
Finalmente, hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que apoye a sus médicos, enfermeras y personal sanitario. Ellos están ahí para cuidar de nuestra salud, y merecen un entorno seguro para ejercer su labor. No más agresiones. No más indiferencia.
Ni una agresión más. Exigimos a las autoridades que dejen de mirar hacia otro lado y actúen de forma contundente y efectiva para proteger a nuestros profesionales y garantizar la seguridad en todos los centros de salud de Andalucía.