Pacientes y médicos de la provincia de Sevilla siguen sufriendo las consecuencias de la pésima situación de la Atención Primaria en nuestra provincia.
En esta ocasión, nos vemos obligados a denunciar una vez más la persistencia de los “bises”, que no son otra cosa que citas de varios pacientes a la misma hora. En las imágenes mostramos dos agendas de hace solo unos días que lo demuestran. En un caso han sido citados 29 pacientes en un periodo de 80 minutos, con 14 bises. En el otro, 16 pacientes están citados en un periodo de 40 minutos, con 9 bises. En ambos casos, el tiempo para atender a cada paciente es de unos dos minutos y medio, lo que impide prestar una asistencia sanitaria de calidad.
Estas agendas son ejemplos de un problema generalizado en la Atención Primaria sevillana y andaluza. Las plantillas de médicos son insuficientes para atender a la población sin que la Administración adopte ninguna medida que intente paliar este grave problema. Las consultas de acogida para filtrar y dirigir la demanda asistencial siguen sin implantarse en la mayoría de los centros. La atención telefónica sigue sin ser objeto de una adecuada protocolización que defina el papel que debe desempeñar en la atención sanitaria y aporte seguridad a médicos y enfermos. La Administración sigue sobrecargando las agendas de los médicos, dejando caer sobre sus espaldas el peso de la falta de recursos y empeorando sus condiciones laborales, lo que hace imposible atraer a más profesionales a nuestro sistema sanitario.
Si el fenómeno de los “bises” resulta intolerable en general, en la situación de pandemia en la que nos encontramos se convierte en una práctica irresponsable. No se puede entender que al mismo tiempo que se limita el aforo de los centros para evitar contagios, como muestra el cartel exhibido en un centro de salud de nuestra provincia, se cite por medio de los “bises” a más pacientes de los que es posible atender. La sobrecarga de las agendas obliga a los pacientes a esperar en el exterior de los centros, en condiciones a menudo indignas, bajo el sol o la lluvia, o bien a aguardar en la sala de espera incumpliendo la limitación de aforo que se impone. Pura esquizofrenia.
La Administración lleva años reconociendo la lamentable e insostenible situación de la Atención Primaria. Sin embargo, no aplica medidas efectivas que palíen este deterioro, medidas que pasan necesariamente por un aumento de recursos. Los carteles que limitan aforos son tan inútiles como las declaraciones de buenas intenciones si no van acompañados de medidas efectivas en la práctica. Sin ellas, no son más que propaganda y fuegos de artificio.