La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con una sanidad pública bien financiada, que proporcione a sus facultativos un trato acorde a su cualificación y responsabilidad y cuente con plantillas bien dimensionadas. Una de las consecuencias más dramáticas de la mala financiación del sistema público ha sido la falta de equipos de protección personal y la sobrecarga asistencial, factores que explican la alta tasa de contagios en los trabajadores sanitarios. Por fortuna, la vacunación del personal del sistema sanitario público pronto proporcionará a nuestro colectivo protección frente a la infección.
Sin embargo, incomprensiblemente, muchos compañeros que ejercen en la sanidad privada siguen sin vacunar. Aunque la responsabilidad de su protección recae en su empresa o mutua, ante la escasez de vacunas esta protección no será posible si las autoridades sanitarias no destinan una partida de vacunas para este colectivo.
Muchos compañeros de la sanidad privada luchan en primera línea contra la pandemia y prestan asistencia en circunstancias que hacen probable la infección. Ellos también juegan un papel decisivo en la asistencia sanitaria a la población y en la protección de la salud pública. No es aceptable que se los equipare a la población general a la hora de recibir protección frente a la covid.
Por tanto, desde el Sindicato Médico de Sevilla nos sumamos a la demanda de protección de estos compañeros, una demanda que ya han efectuado otras organizaciones y colegios profesionales y que ha sido avalada por diversos pronunciamientos judiciales.