Este sindicato, es, siempre ha sido y mientras sus estatutos no cambien, seguirá siendo un sindicato de corte profesional. Aconfesional, apolítico y reivindicativo. Así lo quieren sus afiliados y así se debe comportar.
Cuando este sindicato inicia movilizaciones o reclamaciones, siempre tienen un contenido laboral y/o profesional (retribuciones, jornadas de trabajo, traslados, oposiciones, contrataciones o despidos, abusos de autoridad, etc.)
No entra en nuestro catálogo de asuntos por los que protestar las cuestiones de índole político como el PIB, la deuda exterior, la guerra de Iraq, el copago, el catálogo de prestaciones o la sanidad universal y gratuita. Esas cuestiones, que nos pueden afectar como ciudadanos, ya tienen organizaciones que se ocupan de ellas. Partidos políticos, asociaciones de consumidores, etc.
La crisis nos afecta en que el gobierno de un determinado color nos bajó el sueldo un 7% aproximadamente y el gobierno del color contrario nos lo mantiene congelado, nuestro poder adquisitivo ha caído drásticamente en los tres últimos años y hemos pasado de la noche a la mañana de ser una profesión con pleno empleo a una en la que comienza a crearse una bolsa de parados y muchos compañeros que acaban la formación MIR, se reenganchan en otra especialidad para poder seguir comiendo.
Las cosas están mal y no deberíamos esperar mucho antes de iniciar movilizaciones de protesta. Pero hemos pasado un año de elecciones en elecciones. Municipales, generales, andaluzas. Un año sin apenas Mesas Sectoriales, con una sensación de provisionalidad y una falta de interlocutores absoluta. Toda la labor sindical se ha reducido al día a día. Reclamaciones puntuales, renovaciones de eventuales, denegaciones de derechos etc.
La convocatoria de movilizaciones acordadas en Madrid por los sindicatos de la Mesa Sectorial Estatal, pretenden que los médicos de todas las comunidades autónomas nos sumemos a una jornada de protesta el día 10 de mayo, sin tener en cuenta que los problemas sanitarios son unas veces iguales y otras distintos en las comunidades autónomas y no siempre coinciden en el tiempo.
De otra parte, la lectura del manifiesto y de la nota interna que emiten los sindicatos estatales, si bien recogen algunas cuestiones profesionales, que más parecen pronósticos ambiguos y aventurados, están cargadas de asuntos relacionados con el copago, la gratuidad de la asistencia a inmigrantes, el pago de los pensionistas, la desigualdad de acceso o la reducción de la cartera de servicios.
Sin embargo, no hace ninguna alusión a traslados y oposiciones, estabilidad de eventuales, mantenimiento de plantillas, recuperación del poder adquisitivo y del salario expropiado, carrera profesional homologable, tarjeta sanitaria e historia clínica únicas en todo el estado, mantenimiento de APD y Cupo y Zona hasta que se extingan de forma natural y por supuesto nadie ha caído en reivindicar el modelo único de receta y que en la farmacia le cobren a cada cual según indique su tarjeta sanitaria.
Tendríamos que añadir que tampoco nos gusta mucho movilizarnos conjuntamente con los sindicatos de clase, pues se pactan manifiestos y luego te salen con reivindicaciones cantadas que nada tienen que ver con la protesta y mucho con el momento político.
Tampoco nadie nos asegura que no se sumen elementos incontrolados que alteren el orden, pues los organizadores llaman a cualquier organización que quiera sumarse.
El Sindicato Médico Andaluz se va a reunir y tomará la decisión que considere más adecuada para protestar y reivindicar por las cosas que no funcionan bien en sanidad, ya sean nuevas o menos nuevas y esperamos, que llegado el día podamos contar con el respaldo de todos nuestros afiliados y simpatizantes.