Andalucía sigue entre las comunidades autónomas con menor gasto sanitario por habitante, por debajo de la media nacional y muy lejos de las comunidades mejor financiadas

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha anunciado recientemente que Andalucía ha superado la media nacional en gasto sanitario por habitante. Concretamente, en 2025 el gasto por habitante en nuestra comunidad sería de 1764 €, frente a los 1757 € de media en toda España. Los datos proceden del Informe de Recursos Económicos del Sistema Nacional de Salud publicado por el Ministerio de Sanidad en agosto de este año.

Los datos que ha ofrecido el presidente de gasto sanitario por habitante a nivel nacional se obtienen si promediamos el gasto sanitario total de las comunidades autónomas, casi 86.000 millones de euros, entre el conjunto de la población española, en torno a 49 millones de personas, lo que nos da como resultado, en efecto, unos 1755 € por habitante. En este sentido, es verdad que el gasto sanitario por habitante de Andalucía supera ligeramente la media nacional.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las cuatro comunidades más pobladas de España, Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia, que juntas suman más de la mitad de la población española, se encuentran entre las comunidades con el presupuesto sanitario más bajo por habitante. Cataluña, Madrid y Valencia ni siquiera llegan a 1600 €. Esto reduce drásticamente la media nacional de gasto sanitario por habitante y explica que Andalucía, con la sanidad mejor financiada de las cuatro, lo supere.

Pero si, en lugar de obtener el promedio de gasto por habitante a nivel nacional, observamos el gasto sanitario por habitante en cada comunidad autónoma, constatamos las enormes diferencias que existen entre las distintas comunidades y podemos comprobar que Andalucía sigue entre aquellas con la sanidad pública peor financiada.
Como mostramos en la siguiente tabla, cuyos datos proceden del mismo informe al que alude el presidente, la media aritmética de gasto sanitario de las comunidades autónomas en 2025 es de 1939 € por habitante, 175 € superior al andaluz. Desde esta perspectiva, Andalucía sigue por debajo de la media en gasto sanitario por habitante y muy alejada de la comunidad mejor financiada, Asturias, de la que nos separan 670 €. Estas cuantías representan la diferencia entre una sanidad de calidad y una deficitaria.

La enorme desigualdad de financiación sanitaria entre comunidades autónomas nos parece inaceptable en una sociedad democrática que se proclama justa. Andalucía, además, debe hacer un esfuerzo presupuestario mucho mayor que las comunidades ricas para incrementar su gasto sanitario.

Es innegable que, en los últimos años, en Andalucía se ha producido un incremento del gasto sanitario. Ahora, al menos, no estamos en la última posición a nivel nacional, como sucedió durante años en el pasado. Sin embargo, este incremento del gasto sigue siendo insuficiente tanto en comparación con las comunidades mejor financiadas como en términos absolutos.

Es muy significativo, además, que el incremento del gasto sanitario en nuestra comunidad no se haya traducido en una mejora de la accesibilidad de la población a la asistencia médica. La demora en las citas médicas en Atención Primaria y las listas de espera en la Hospitalaria siguen siendo inaceptables. Recientemente, ante las carencias de la sanidad pública, la Junta ha destinado cientos de millones de euros a la sanidad privada para reducir las listas de espera. En lugar de ello, debería incrementar los fondos destinados al sistema público para paliar su déficit crónico de financiación y sus carencias estructurales.

Más grave aún nos parece la ausencia de medidas dirigidas a paliar la crisis que vive el colectivo médico y facultativo, un hecho que explica los malos resultados a pesar del incremento del gasto. Este incremento ha servido para financiar estrategias e incrementos de plantillas de otras categorías profesionales que no se han traducido en mejoras asistenciales para la población. Ahora gastamos más, pero no mejor.

En Andalucía urge llevar a cabo un análisis profundo de nuestro modelo de sanidad pública y adoptar medidas que incentiven y retengan en ella a los médicos y facultativos. La eficiencia del sistema solo es posible a través de la garantía de la calidad asistencial, algo que depende de forma decisiva del liderazgo que nuestro colectivo, históricamente postergado en el modelo sanitario actual, está llamado a desempeñar.

Desde el SMA seguimos dispuestos a dialogar con la actual Administración andaluza para mejorar la situación de nuestro colectivo y la calidad de la asistencia sanitaria que reciben los andaluces. Solo falta el impulso político en esa dirección que nuestra sociedad demanda en este momento.

Comité Ejecutivo SMA