Día Mundial del Médico de Familia: ‘Médicos de familia, siempre ahí para cuidar’

Hoy 19 de mayo celebramos mucho más que una fecha en el calendario. Celebramos la entrega silenciosa, la escucha atenta, el consejo prudente, la mirada que reconforta. Hoy, el mundo rinde homenaje a quienes cuidan sin reloj, a quienes sostienen la salud desde el primer paso: los médicos de familia.

Bajo el lema ‘Médicos de familia, siempre ahí para cuidar’, este Día Mundial, instituido en 2010 por la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA), nos recuerda que detrás de cada receta, de cada exploración o de cada llamada telefónica; hay un profesional que conoce a la persona, no sólo su enfermedad. Que acompaña trayectorias vitales, que alivia síntomas y también angustias. Que no se limita al diagnóstico, sino que cultiva el vínculo, la confianza y la continuidad.

Pero la Medicina de Familia no surgió por azar. Nació, hace ya más de medio siglo, como un acto de profunda convicción: que la salud no debía ser fragmentada, que las personas no podían perderse entre especialidades, que la medicina debía volver al territorio, al domicilio, a la comunidad. En España, esta visión echó raíces con la reforma sanitaria de los años ochenta cuando se construyeron centros de salud donde no solo se curaba, sino que se escuchaba, se prevenía y se acompañaba. Desde entonces, los médicos de familia han estado en primera línea de todo lo importante: en las campañas de vacunación, en la atención a la infancia y a la vejez, en la pandemia y en cada crisis cotidiana que atraviesa una vida.

El médico de familia está donde más se le necesita: en un centro de salud, en un pueblo pequeño o una gran ciudad, en el domicilio de un paciente mayor, de guardia, o atendiendo una consulta telefónica fuera de hora. Está en la infancia, en la maternidad, en la cronicidad, en el duelo. Y siempre, siempre, con la misma vocación: cuidar.

En tiempos de sobrecarga, burocracia y desafíos estructurales para la Atención Primaria, este homenaje no es solo simbólico: es una llamada a valorar, proteger y fortalecer la figura del médico de familia. Porque sin ellos el sistema de salud pierde cercanía, humanidad, eficacia… y sentido.

Desde el Sindicato Médico de Sevilla, queremos expresar hoy nuestra gratitud más profunda a cada médico y médica de familia. Por su capacidad de escucha. Por su resistencia serena. Por su compromiso con la salud pública y con cada historia individual.

Gracias por estar.

Gracias por cuidar.

Gracias por no rendiros.

¡Feliz Día Mundial del Médico de Familia!