Los médicos cuestionan la eficacia real de la Consulta de Acogida: resultados de un sondeo en más de 80 centros de salud de Sevilla

La Consulta de Acogida se implantó en Andalucía en 2021 como parte del plan de reorganización de la Atención Primaria tras la pandemia, con el objetivo de mejorar la accesibilidad mediante un triaje inicial realizado por enfermería y ofrecer una respuesta ágil a la creciente demanda de atención urgente sin cita. Aunque la Junta presentó esta iniciativa como un éxito organizativo —con una tasa oficial de resolución del 55,11 % a principios de 2023—, la falta de transparencia, la ausencia de auditorías independientes y las críticas sostenidas por parte de numerosos profesionales han alimentado un debate creciente sobre su verdadera efectividad y sostenibilidad.

A raíz de unas recientes declaraciones de la nueva consejera de Salud, reafirmándose en esa misma tasa de resolución que permanece invariable desde hace más de dos años, el Sindicato Médico de Sevilla ha impulsado un sondeo para conocer de primera mano la opinión de los facultativos de Atención Primaria sobre este circuito, concebido por la Administración como una herramienta exitosa de «descarga asistencial». Sin embargo, los resultados recabados en más de ochenta Centros de Salud de la provincia dibujan una realidad muy distinta: según denuncian los profesionales, la Consulta de Acogida ni filtra, ni resuelve, ni mejora la demora.

Estas son las tres principales conclusiones que se extraen del sondeo realizado:

1. Limitada cobertura, exclusión pediátrica y funcionamiento irregular. Las Consultas de Acogida, concebidas para realizar una primera valoración clínica sin cita previa, solo funcionan durante la mitad del horario en que los Centros de Salud están abiertos. Además, excluyen sistemáticamente a la población pediátrica y no están operativas en el 15% de los centros encuestados.

2. Las cifras oficiales no se corresponden con la realidad asistencial. Mientras el Servicio Andaluz de Salud (SAS) mantiene que estas consultas resuelven el 55% de todas las consultas, los profesionales encuestados refieren que solo en el 36% de los casos se realiza una clasificación adecuada, y que la capacidad de resolución real (sin intervención médica) no supera el 21%. Esta brecha evidencia una disociación entre los datos administrativos y la práctica clínica diaria.

3. La demora asistencial no mejora, e incluso empeora. El 78 % de los centros encuestados presenta demoras de entre 8 y 30 días para obtener una cita ordinaria con su Médico de Familia o Pediatra. Desde la implantación de la Consulta de Acogida, esta situación se ha mantenido sin cambios (82%) o ha empeorado (15%), según la percepción de los profesionales.

Como valoración global, el 77% de los facultativos suspende el desarrollo y la utilidad de las Consultas de Acogida. Lejos de descargar agendas o mejorar los tiempos de respuesta, consideran que se ha generado un circuito ineficaz que consume recursos sin resolver los problemas de fondo. La situación en Pediatría es aún más grave: las consultas de acogida no ofrecen cobertura alguna para esta especialidad, ni existen planes concretos por parte de los gestores para revertir esta exclusión.

Desde el Sindicato Médico de Sevilla denunciamos que los responsables del SAS son plenamente conscientes de que las medidas adoptadas para gestionar la demanda están resultando ineficientes. Se anuncian inversiones millonarias en equipamiento y reformas, se divulgan estadísticas fragmentadas, pero no se aborda el núcleo real de la crisis asistencial: los ciudadanos quieren ver a su Médico o Pediatra de referencia, y estos profesionales solo exigen condiciones dignas para ejercer su labor.

Por ello, instamos al Servicio Andaluz de Salud y a la Consejería de Salud a asumir con responsabilidad los desafíos estructurales de la Atención Primaria. Resolver problemas como la demora crónica, la falta de captación de profesionales y el deterioro de la calidad asistencial exige una inversión decidida en la contratación de facultativos, en la mejora de sus condiciones laborales y en la implantación de circuitos organizativos eficaces que generen resultados tangibles, sostenibles y transparentes.

Una Atención Primaria no se puede construir de espaldas a sus médicos.