La situación de indefensión que vivimos los facultativos y facultativas en la provincia de Sevilla va a más en este mes de enero, donde tenemos que lamentar dos nuevas agresiones acaecidas recientemente.
La primera de ellas ha tenido lugar en el Centro de Salud de la localidad de Isla Mayor, donde un médico y un enfermero han sido objeto de amenazas e intentos de agresión física el pasado día 23 de enero.
Los hechos sucedieron cuando el médico agredido se encontraba de guardia y se presentó en Urgencias un paciente exigiendo que se le recetara un medicamento que ese mismo día no se le pudo administrar por la mañana debido a que no recordaba el nombre.
Tras explicarle lo sucedido y, nunca mostrando negación para recetárselo en ese momento, el usuario, visiblemente alterado, empezó a vociferar y amenazar al facultativo. Solamente la intervención de un enfermero evitó que el médico sufriera una agresión física por parte del paciente.
El usuario, sin dejar sus formas intimidantes tanto con el médico como el enfermero, empezó a amenazar con denunciar a los profesionales sanitarios a las autoridades. Tras ser avisados, hizo presencia en el Centro de Salud la Policía Local de Isla Mayor y consiguieron calmar al paciente.
Tanto el médico como el enfermero han hecho los trámites necesarios para denunciar ante la Guardia Civil las amenazas y agresiones verbales recibidas.
Unos hechos deleznables que no se pueden consentir más y a los que se les suma una nueva agresión también ocurrida en el Distrito Sanitario Aljarafe, en este caso en la Zona Básica de Sanlúcar la Mayor; con amenazas e intimidaciones de la cual el SMS ha recibido constancia pero que, en este caso, la persona afectada no ha querido dar más detalles.
Ante esta situación insostenible, el Sindicato Médico de Sevilla exige a las autoridades la aplicación de medidas inmediatas como la implementación de protocolos de seguridad en todos los centros de salud, incluyendo sistemas de alarma, cámaras de seguridad y personal de vigilancia. Acciones que deben estar acompañadas de sanciones ejemplares para disuadir este tipo de conductas, sin obviar que los centros de salud requieren de manera urgente una mayor dotación de recursos para garantizar una atención de calidad y segura, tanto para pacientes como para profesionales.
La violencia contra los profesionales sanitarios tiene graves consecuencias para la calidad de la atención que se presta a la ciudadanía. El miedo a sufrir agresiones puede llevar a los médicos a abandonar su puesto de trabajo, lo que provoca una escasez de profesionales y dificulta el acceso a la atención sanitaria.
Desde el Sindicato Médico de Sevilla reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de los profesionales sanitarios y exigimos a las autoridades que tomen las medidas necesarias para garantizar su seguridad y bienestar.
Por otro lado, tal y como nos han insistido en varias ocasiones los interlocutores policiales para las agresiones a sanitarios, queremos destacar nuevamente la importancia de denunciar cualquier tipo de agresión. Denunciar una agresión no te pone en riesgo, te protege.
¡Ni una agresión sin denunciar!