Tras la supuesta polémica en torno al papel de médicos/as y enfermeros/as en el sistema sanitario público se oculta una estrategia que no cuenta con el respaldo de la mayoría de los profesionales de ambos colectivos.
El proyecto al que nos referimos tiene el objetivo de poner la Atención Primaria en manos de la enfermería y reducir a los médicos en este ámbito a un papel residual. Así lo explica el presidente del Consejo General de Enfermería en el artículo “El CGE defiende una AP liderada por enfermeras especialistas”, publicado en Diario Enfermero en febrero de 2023.
No podemos compartir este planteamiento. Nuestro sistema sanitario público no podría sobrevivir a una reforma que eliminara a los médicos de la Atención Primaria. Aunque las funciones de la enfermería y sus competencias pueden ser reforzadas, ello en ningún caso puede significar la atribución a estos profesionales de competencias médicas, una idea que comparte la inmensa mayoría de los/as médicos/as y enfermeros/as.
En cualquier caso, estas reivindicaciones han encontrado el apoyo de la Administración en un contexto de relativa escasez de facultativos. Atribuir a la enfermería parte de las funciones de los médicos de Atención Primaria es más barato que mejorar las condiciones laborales y retributivas de estos, la única medida que pude detener su fuga hacia otros sectores de la sanidad. Los gestores sanitarios están poniendo las demandas de la enfermería al servicio de una estrategia interesada que perjudica a ambos colectivos profesionales.
En efecto, el sindicato de enfermería SATSE lamenta en un reciente comunicado que, ante la demora en las citas con el Médico de Familia, el SAS haya decidido que “en la aplicación Salud Responde se le ofrezca al usuario la posibilidad de obtener cita con la Enfermera, sobre un tema de salud que finalmente es competencia del personal médico”. Así, las “enfermeras tienen que resolver temas de salud que no son de su competencia”.
Según SATSE, esta práctica “genera duplicidad en la atención al usuario, […] al tener que proporcionarle una nueva cita con el médico en otro día diferente sin resolver el problema de salud en la gran mayoría de los casos”. Para concluir, SATSE afirma que “a su entender este proceder pone riesgo a los profesionales de Enfermería y en consecuencia el riesgo para la seguridad del paciente e insta al SAS a buscar una solución correcta de forma urgente”.
Médicos/as y enfermeros/as estamos siendo víctimas de una estrategia economicista que solo beneficia al SAS. El fracaso de la consulta de acogida provocará el desprestigio de las legítimas demandas de la enfermería y causará un daño tal vez irreparable al sistema sanitario.
Ambos colectivos debemos trabajar juntos en un ambiente de respeto mutuo, como siempre hemos hecho. Nuestra formación, competencias y responsabilidad son diferentes y complementarias. Nuestras retribuciones y funciones dentro del sistema deben ajustarse a ellas. Las declaraciones en favor de una Atención Primaria sin médicos son irrealizables y confunden a la población, tanto como las polémicas que distraen la atención de la exclusiva responsabilidad del SAS en el deterioro de la Atención Primaria. Detener esta deriva inaceptable debe ser nuestra principal preocupación en el crítico momento actual.
Comité Ejecutivo del SMA
Fuente: SMA