Hace poco eran las especialidades de Atención Primaria; ahora, diversas especialidades Hospitalarias (Neurología, Medicina Intensiva, Medicina Interna, etc.). En ambos casos, las tomas de posesión de OPE y/o traslado se están produciendo en el periodo estival, lo que está teniendo importantes consecuencias no solo sobre el derecho a las vacaciones de los facultativos directamente afectados, sino también sobre el funcionamiento de los diversos centros y servicios y sobre el trabajo de sus compañeros.
La coincidencia de las tomas de posesión con las vacaciones se debe a los plazos impuestos por la legislación nacional para la finalización de las OPE extraordinarias de estabilización. Dado que estas deben estar terminadas a finales de 2024, se hace necesario llevar a cabo las tomas de posesión de los procesos en curso cuanto antes.
Las tomas de posesión en plenas vacaciones dejan sin estas a los facultativos que cambian de centro, pues las correspondientes al periodo trabajado antes del desplazamiento les son liquidadas al finalizar su contrato. En su nuevo centro, estos trabajadores tendrán dificultades para encajar sus vacaciones y en el que abandonan a menudo dejarán un hueco sin cubrir, lo que repercutirá sobre el trabajo de sus compañeros y sobre el funcionamiento del centro.
La razón de este desastre es que el SAS carece de los recursos necesarios para llevar a cabo de manera adecuada los procesos en marcha. El retraso provocado por la falta de recursos ha hecho que las tomas de posesión coincidan con las vacaciones, pero eso no es todo. Además, el SAS ha tenido que desviar recursos de Bolsa a la gestión de estos procesos, lo que ha provocado un grave retraso en la actualización de los listados, y ha decidido “podar” injustificadamente los baremos de OPE y traslados para facilitar la baremación y poder hacerla más rápidamente, una medida a la que nuestra organización se ha opuesto porque daña gravemente el derecho de los opositores a acceder a una plaza pública según criterios de mérito.
A pesar de que el SAS no deja de anunciar incrementos de presupuesto, los derechos de sus trabajadores, en particular de los facultativos, siguen siendo ignorados por la Administración. Más allá de las repercusiones legales que esta actuación errática y lesiva para los profesionales pudiera tener, no cabe duda de que alimenta el creciente desapego de los facultativos hacia la sanidad pública y explica las dificultades cada vez mayores del SAS para captar y retener a los médicos dentro del sistema público.
Comité Ejecutivo SMA-F
Fuente: SMA