El pasado 21 de marzo se produjeron sendas agresiones a médicos en La Roda de Andalucía y Pedrera, localidades pertenecientes a la Zona Básica de Salud de Estepa que tristemente se suman a la sufrida el pasado mes de enero por una médica en Badolatosa, también perteneciente a esta misma zona básica de salud, o más recientemente en Utrera.
El Servicio Andaluz de Salud cuenta oficialmente con una plantilla de tres médicos de familia y un pediatra para La Roda de Andalucía, con una población de 4.421 habitantes, y una idéntica dotación para Pedrera, con 5.110. Como vemos, una Andalucía vaciada de médicos, unida a una población frustrada, se acaba convirtiendo en una bomba de relojería.
Tras contactar el delegado del Sindicato Médico de Sevilla en la zona con el médico de familia agredido en La Roda de Andalucía, este relata lo sucedido:
El 21 de marzo él era el único médico del centro para atender a toda la población, ya que desde hace un año no se ha sustituido la baja de uno de los médicos de familia ni desde hace meses la del pediatra ni otras ausencias reglamentarias. El agresor, sin tener cita para ser atendido, quería a toda costa que el facultativo lo atendiera para ver el resultado pendiente de una analítica. El médico le comentó que un resultado de una analítica no era motivo de urgencia. A partir de ahí, el usuario empezó a insultar, dar voces, etc., exigiendo que lo atendiera «sí o sí».
El médico dio las instrucciones para que se avisara a la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, viéndose obligado a dejar de seguir pasando consulta y ser atendido por la enfermera del centro porque no se encontraba bien.
La dirección de la Unidad de Gestión Clínica de Estepa fue informada de lo sucedido al igual que la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales para ponerlos en conocimiento de que el facultativo se veía obligado a dejar la asistencia de pacientes para marcharse a ser ser atendido por un facultativo de otro centro, ya que en ese pueblo (La Roda de Andalucía) el único médico que hay desde el pasado 24 de febrero es, precisamente, la víctima de esta agresión.
En el caso de la agresión sucedida en Pedrera el mismo día, una facultativa resultó agredida por un usuario que se presentó para ser atendido por urgencias y, tras no llegar a entender bien la médico qué solicitaba el paciente, este comenzó a lanzar insultos y amenazas. Ante esta tensa situación, la médico se vio obligada a salir del centro y avisar a la Policía Local. Los agentes se personaron en las instalaciones y desalojaron al agresor. Esta agresión ha provocado la baja laboral de la facultativa.
Cabe señalar que el Sindicato Médico de Sevilla acaba de presentar por registro a la dirección gerencia de la del Área de Gestión Sanitaria de Osuna un documento de incidencias con la relación de todas las ausencias no sustituidas en la Zona Básica de Salud de Estepa como factor de riesgo para la salud de los profesionales.
En la UGC de Estepa hay actualmente un 50% menos de la plantilla estructural de facultativos, faltando médicos en todas las poblaciones de dicha unidad, estando algunas de ellas, como Marinaleda, Matarredonda y Badolatosa, sin médico asignado por diversas razones como bajas laborales de larga duración y renuncias de los facultativos a sus contratos.
Todas las medidas para erradicar las agresiones son siempre bienvenidas, como la reciente constitución del Observatorio de Agresiones, anunciado recientemente por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. Pero una cosa son las medidas y diseños de despacho para combatir las agresiones a sanitarios y otra la realidad diaria que estos viven en centros donde la dotación de la plantilla casi nunca está al completo porque las ausencias por bajas o descansos reglamentarios y obligatorios no se sustituyen.
Diseñar modelos y planes para combatir las agresiones desde despachos sin pisar el terreno donde se producen acaba siendo inútil y la realidad lo demuestra con demasiada frecuencia.
El resultado cuando un médico es agredido es que la baja del mismo a quien acaba perjudicando es a toda la población. Un médico agredido no puede seguir en su puesto de trabajo porque de su propia salud depende la de sus pacientes. Hoy por desgracia lo saben bien los ciudadanos de La Roda de Andalucía y Pedrera donde faltan los dos médicos agredidos.
Hoy nos solidarizamos con los facultativos agredidos concentrándonos a las puertas de los centros sanitarios para mostrar nuestra repulsa junto a la ciudadanía y la administración en la convocatoria que ha realizado la propia dirección gerencia del Area de Gestión Sanitaria Osuna. Tras un minuto de silencio en repulsa a la agresión se ha aplaudido como gesto de ánimo a los profesionales agredidos.
Al final se van a quedar sin médicos y cuando esto ocurra ya no habrá marcha atrás
Éste es el grito de frustración que claman los facultativos de una Andalucía vaciada de profesionales que no de población.