El SAS sigue empeñado este 2023 en cabrear a sus profesionales con cada publicación de resoluciones en BOJA o los argumentos que defiende (e impone, que no es lo mismo que negociar) en la Mesa Sectorial de Sanidad.
Así, tras un traslado exiguo que no ha permitido a muchos profesionales acercar su puesto de trabajo a sus domicilios y que les condena a seguir haciendo cientos de kilómetros diarios, pone en marcha la denominada “OPE de castigo” en la que, por arte de magia, todos los destinos en capitales de provincia desaparecen.
De forma paralela, ya que las desgracias no viene solas, publica una OPE extraordinaria en la que perjudica, y de forma muy importante, a determinados colectivos. Así, al personal laboral de las extintas agencias (que están a la espera, recordemos, de la integración que estaba prevista en 2022 y que a este paso se van a jubilar como personal laboral) y del Hospital San Juan de Dios (HSJDA) de Bormujos le penalizan con un baremo injusto en el que su experiencia laboral vale poco o nada. El Sindicato Médico les ha advertido por activa y por pasiva de que con esta discriminación el SAS está incumpliendo la ley (por ejemplo, publicando resoluciones que van en contra de sentencia del Tribunal Supremo, nada menos, en el caso del personal laboral del HSJDA, ampliamente reconocido como personal del SSPA de pleno derecho). Para no dejar títere con cabeza, excluye también al personal investigador (por si haber quitado todos los méritos relativos a la investigación tan prioritaria para Andalucía no fuera suficiente) de esta OPE extraordinaria, incumpliendo en este caso la reciente Ley estatal de Ciencia.
Finalmente propone esta semana “parchear” su desastre organizativo con los destinos de la OPE 2018-2021 con un traslado “extraordinario” (se ve que el SAS gusta de hacer las cosas extraordinarias, salvo sus errores, que son ordinarios) Este toma como base las vacantes de verano de 2022, no las actuales, y que viniendo de donde venimos no se cree ni el tato. Léanlo bien, no nos lo creemos.
Alguien debe hacer ver a nuestros queridos gestores del SAS que si estas son las medidas para paliar la falta de facultativos en (desgraciadamente) muchos centros y áreas de Andalucía, lo único que están haciendo es pegarse un tiro en el pie. Porque para remediar el problema de los hospitales comarcales, áreas rurales, zonas de difícil cobertura y determinadas provincias enteras esta política del uso indiscriminado del látigo de siete colas no le va a funcionar. Que si pretende resolver la falta de facultativos imponiendo su traslado forzoso lo que tiene que hacer es poner medidas reales que incentiven que alguien quiera hacer 200 km todos los días para ir a trabajar, y por tanto, invertir en Sanidad. Porque, en caso contrario, lo que van a tener es que explicar a la población que va a tener que ser ella la que se tenga que desplazar para ser atendida.
Desde aquí les pedimos que recapaciten, están a tiempo. Y les recordamos a nuestros facultativos que el Sindicato Médico está aquí para defender sus intereses, y que aunque el SAS pretenda usar el divide y vencerás, no podrá con nosotros. Somos más, y somos más fuertes. No lo olviden.