El SAS ha alcanzado con el Sindicato Médico Andaluz (SMA) el compromiso de limitar las agendas de Atención Primaria a 35 pacientes para Medicina de Familia y 25 para Pediatría. Las agendas de las continuidades asistenciales se limitarán a 25 pacientes. Este compromiso debe ser trasladado a un Acuerdo, en el que se terminarán de concretar los detalles, y aprobado en la mesa sectorial en el plazo máximo de un mes. La limitación de las agendas supondrá un paso muy importante para paliar la precariedad en la medicina de Atención Primaria. Sin embargo, todavía no podemos estar completamente satisfechos.
De manera inmediata, es necesario trasladar este compromiso del SAS a un Acuerdo con valor legal. Nuestra organización seguirá trabajando para ello en las mesas técnicas designadas con este fin. El resultado final ha de suponer el fin de los bises, de las agendas dobles y de pacientes “no demorables”, de la falta de separación entre la atención urgente y la programada y, en general, de todos los subterfugios con los que el SAS ha venido ocultando la brutal sobrecarga de los médicos de Atención Primaria.
Por otra parte, no podemos olvidar que el problema de las agendas no es el único al que nos enfrentamos en Atención Primaria. Otros problemas deben ser abordados de manera inmediata. Es imprescindible, por citar solo algunos de los problemas más acuciantes, equiparar retributivamente a los médicos de Atención Primaria con los de Hospitalaria, resolver los problemas de las urgencias extrahospitalarias y terminar con la figura de los dispositivos de apoyo, fuente de constantes abusos. El SAS debe acordar con nuestra organización un calendario de mejoras que nos conduzca cuanto antes a una medicina de Atención Primaria de calidad.
Conseguir poner un límite a las agendas en Atención Primaria era una reivindicación histórica de nuestra organización. Ahora falta trasladar ese compromiso a la práctica. Pero con eso no basta. No cesaremos en nuestras reivindicaciones hasta conseguir llevar a nuestra Atención Primaria al nivel de calidad que merecen médicos y pacientes.