Las huelgas de Madrid y Cantabria son la consecuencia de un menosprecio histórico a la Atención Primaria y anuncian movilizaciones en toda España

La Atención Primaria pasa por momentos críticos en toda España, pero la situación no es idéntica en todas las comunidades autónomas. Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social correspondientes a 2020, último año con datos disponibles, Madrid es la penúltima comunidad autónoma en gasto sanitario público por habitante (1521,86 €) y es la que destina a Atención Primaria el porcentaje más bajo de toda España (10,66%). Por su parte, Cantabria se encuentra entre las comunidades con mayor gasto sanitario público por habitante (1855,99 €), pero solo destina a Atención Primaria un 14,53%, es decir, 269 € por habitante.

Andalucía destina a la Atención Primaria el 17,66% del gasto sanitario público, el porcentaje más alto de nuestro país, pero es la comunidad con el gasto sanitario público más bajo (1459,43 €). Por tanto, su inversión en Atención Primaria sigue siendo manifiestamente insuficiente (257 € por habitante, frente a los 312 € de Castilla y León), más aún si tenemos en cuenta la enorme dispersión geográfica que se da en nuestra comunidad.

Para poner estos datos en contexto, debemos recordar que el gasto medio español es de 1701,47 € y que solo cinco comunidades se encuentran por debajo de esta cifra. Todas las demás gastan significativamente más. Ocho comunidades autónomas, prácticamente la mitad, tienen un gasto superior a 1800 € y el gasto mayor corresponde a Castilla y León, con 1936,35 €.

La grave crisis de la Atención Primaria está directamente relacionada con estos datos. La mayoría de las Administraciones públicas de diverso signo político han menospreciado el papel de la Atención Primaria en la sanidad pública. En consecuencia, han derivado la mayoría de los fondos a la Atención Hospitalaria. Ninguna de ellas se acerca ni por asomo al 25% de gasto sanitario en Atención Primaria, como recomienda la OMS. Sin embargo, una Atención Primaria de calidad mejora la salud y el bienestar de la población, así como la eficiencia del sistema. Por desgracia, el cortoplacismo y la falta de profesionalidad de los gestores sanitarios, elegidos por lo general con criterios partidistas y no técnicos, ha provocado este sesgo perverso en la inversión sanitaria.

Los problemas de la Atención Primaria no tienen relación con el signo político de los gestores de la sanidad pública. Gobiernos progresistas han protagonizado feroces recortes sanitarios y han llevado a la sanidad pública a situaciones desesperadas (Andalucía fue un notable ejemplo), mientras que otros de corte conservador han incrementado el gasto sanitario y mejorado la situación de la sanidad pública. Sin embargo, este hecho suele ser ignorado y el debate sobre la inversión sanitaria siempre queda empañado por valoraciones partidistas que se anteponen a las consideraciones puramente presupuestarias y de gestión. Para desacreditar este enfoque basta constatar que en Madrid y Cantabria la sanidad es gestionada por dos partidos de diferente signo político.

Es evidente que en Madrid existe una grave crisis en la Atención Primaria, en especial en el ámbito de las urgencias extrahospitalarias, y es igualmente manifiesto que este problema ha sido provocado por la falta de inversión, por una deficiente gestión y por la ausencia del más mínimo consenso con los médicos. La crisis de Cantabria, por su parte, se centra en las agendas sobrecargadas, un grave problema que nuestra organización lleva años denunciando y que imposibilita la prestación de una atención médica de calidad. Tampoco Cantabria ha sabido gestionar este problema por medio del diálogo con los facultativos.

El apoyo de la población a las reivindicaciones de los médicos demuestra que el problema es real y carece de dimensión política, por más que los medios y las redes insistan, sin duda interesadamente, en desvirtuar las protestas con valoraciones ideológicas. De nuevo, debemos recordar que también Andalucía sufrió una oleada de protestas populares en defensa de la sanidad pública que fueron menospreciadas desde el Gobierno por partidistas y que, sin embargo, acabaron contribuyendo al cambio político. Negar la realidad nunca es una buena estrategia.

La situación en cada comunidad autónoma es diferente y la negociación corresponde a cada Gobierno autónomo. De ahí que establecer una estrategia reivindicativa común para los médicos de toda España resulte muy difícil. Sin embargo, el Sindicato Médico de Sevilla quiere manifestar su apoyo a la huelga de los compañeros de Madrid y Cantabria. También nosotros padecemos unas condiciones laborales insoportables en Atención Primaria. También aquí existe un notable caos en la organización de las urgencias extrahospitalarias que la Junta se resiste a abordar seriamente. También nosotros nos dirigimos hacia un colapso de la Atención Primaria que tendrá consecuencias dramáticas para la población y también chocamos con una Administración incapaz de hacer frente a esta grave crisis. Por último, tampoco nosotros dudaremos en llevar a cabo las acciones necesarias para exigir a la Junta las medidas necesarias en favor de la Atención Primaria y en defensa de sus médicos, el colectivo laboral más olvidado del sistema sanitario.

Las movilizaciones en Madrid y Cantabria no son más que la manifestación de una crisis que no deja de crecer y que, de no ser abordada con decisión por parte de todas las comunidades autónomas, nos abocará sin duda a una movilización masiva a nivel nacional.

Comité Ejecutivo del SMS

 

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