Termina un 2020 marcado por una crisis pandémica que ha hecho tambalear a prácticamente todos los sistemas de salud y cuyo fin aún no alcanzamos a vislumbrar. Esta situación ha resaltado tanto las carencias como las fortalezas de la sanidad pública y ha obligado a relegar a un segundo plano otros aspectos importantes en torno a las condiciones laborales y las reivindicaciones de nuestro colectivo.
No vamos a hacer aquí un análisis de la gestión de la crisis del covid-19 que las distintas administraciones públicas han hecho y continúan haciendo, sino que muy al contrario intentaremos dejar por un momento al margen esta cuestión y centrarnos en todo aquello que, en un año sin pandemia, hubiera constituido nuestro principal interés; esto es, las mejoras en las condiciones laborales y retributivas de los facultativos andaluces por las que el SMA lleva años luchando.
Durante el pasado 2020 se inició por fin el gran Concurso de Traslado que venía retrasándose al menos 2 años, consiguiendo que centenares de compañeros pudieran tener la oportunidad de conseguir una plaza cercana a sus lugares de residencia o procedencia.
La Oferta de Empleo Pública 2016-2017 y Estabilización ha ido avanzando poco a poco, pero la lentitud de ambos procesos junto con la decisión de paralizar las tomas de posesión de ambas, justificado por el avance de la pandemia, ha hecho que nuestros compañeros se sientan decepcionados por la resolución de estos procesos.
Se ha modificado parcialmente el Plan de Ordenación de Recursos Humanos, permitiendo ahora la permanencia en servicio activo hasta los 70 años de manera voluntaria.
Se ha regularizado el pago de las nóminas del personal interino ajustadas al mes como el resto de los profesionales.
Se ha aumentado la oferta de plazas MIR en Andalucía y aunque este aumento es a nuestro entender insuficiente, al menos supone una mejora con respecto a años anteriores.
Se ha elaborado un nuevo plan contra las agresiones al personal sanitario que contempla algunas mejoras con respecto al previo y que esperamos sea un plan dinámico que continúe mejorándose en años sucesivos.
Pero, sobre todo, se ha iniciado un proceso de equiparación salarial con el resto del país que ha supuesto un aumento de algo más de 4 euros en el precio de la hora de guardia, la consolidación del 35% del CRP como masa salarial fija y la desaparición de la discriminación que supone el complemento de exclusividad. Sin embargo, estas medidas no son del todo satisfactorias pues han dejado al margen de la subida a los facultativos de las agencias públicas sanitarias y porque el nuevo complemento de productividad fija que se crea para ser cobrado por los “no exclusivos” solo se abonará en 12 pagas y no figurará en la paga adicional tal como lo hace el complemento de exclusividad.
Quedan aún muchos temas pendientes por los que seguir luchando y negociando en este recién estrenado 2021 y a la cabeza de todos ellos está la reforma en profundidad de la Atención Primaria. Una reforma que incluya la instauración de una vez por todas de la continuidad asistencial, la desburocratización y racionalización de las agendas, la regularización de los dispositivos de apoyo y servicios de urgencias o la equiparación salarial.
No podemos olvidar otras cuestiones no menos relevantes como la realización de las OPEs en las agencias públicas, su integración en el SAS, la elaboración de un nuevo modelo de carrera profesional más accesible y superponible a los existentes en otras comunidades, la implementación de medidas que eviten la fuga de profesionales, la agilización de los procesos de bolsa, la confección de un nuevo modelo de Urgencias que incluya la creación de la categoría de Médico de Urgencia Hospitalario o el desarrollo normativo de los Puestos de Difícil Cobertura.
Además, insistiremos a la Administración para que finalice cuanto antes el Concurso de Traslado y la OEP en marcha. Exigiremos que tanto la hora de guardia en las Agencias Públicas y el pago del nuevo complemento de productividad fija se abone también en la paga adicional. O sea, igualdad retributiva para todos los trabajadores del SSPA que realicen el mismo trabajo.
En fin, un 2020 para olvidar sobre todo en lo referente a la pandemia, que sin embargo en cuestiones laborales nos ha deparado algunos logros históricos (aunque incompletos) y que deja para este nuevo año mucho trabajo por hacer.
Esperemos que la crisis de la “covid 19” vaya cediendo y nos permita centrarnos en la consecución de las mejoras que aún nos quedan. Desde el SMA seguiremos negociando y presionando a la Administración como venimos haciendo para seguir mejorando las condiciones laborales y para que el próximo balance anual esté repleto de avances en los temas que aún hoy están pendientes.
Comité Ejecutivo SMA
Fuente: SMA