El pasado martes, 23 de junio, el director gerente del Virgen del Rocío, D. Manuel Molina, presentó a las organizaciones sindicales el nuevo organigrama del equipo directivo del centro, que mostramos en la fotografía adjunta. Con claras alusiones a la denuncia del Sindicato Médico, explicó que no existía ninguna ilegalidad en los nombramientos, pues los facultativos que supuestamente ocupaban indebidamente puestos directivos eran en realidad meros “coordinadores”.
En realidad, la gerencia se ha limitado a utilizar como subterfugio la figura del “coordinador” para seguir eludiendo tanto el régimen de incompatibilidades de los cargos directivos e intermedios como los procedimientos legales para acceder a ellos. Estos cambios prueban que teníamos razón cuando denunciamos las irregularidades cometidas, pues, si todo era correcto, ¿qué necesidad había de cambiar nada? Sin embargo, con estos cambios, la gerencia persiste en el incumplimiento de su deber de proveer los puestos directivos e intermedios por los procedimientos legalmente establecidos.
La maniobra de crear sendos puestos de “coordinador” dependientes de las subdirecciones de área médica y quirúrgica, y colocar en ellos a las personas que venían ejerciendo de hecho las funciones de subdirector, puestos que ahora quedan vacantes, es manifiestamente fraudulenta. Lo único que se busca con ella es dar apariencia de legalidad al desempeño efectivo de funciones directivas por parte de profesionales que carecen de un nombramiento oficial y que, en consecuencia, no han pasado por ningún procedimiento de selección ajustado a la ley ni quedan sometidos a ningún régimen de incompatibilidades. Este subterfugio permite compatibilizar el desempeño de varios cargos públicos, o de estos con el ejercicio privado de la medicina, que la ley considera incompatibles.
Por lo que respecta al resto de irregularidades denunciadas por el SMS, tenemos constancia de que la directora médica sigue ejerciendo las funciones de jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos, puestos que son incompatibles. En cuanto a la subdirección de salud mental, ante nuestra denuncia de las irregularidades y la opacidad en el nombramiento, que ha impedido que los facultativos de la unidad pudieran optar al mismo, la gerencia afirma que ningún profesional estaba interesado en hacerlo. Nos consta que no es así, pero instamos a la gerencia a que lo demuestre haciendo una convocatoria pública del cargo. En el mismo sentido, nos consta que diversos miembros de la unidad de salud mental manifestaron al gerente su “malestar” por la parcialidad del tribunal que eligió al actual jefe de servicio de la unidad, el Dr. Benedicto Crespo.
El gerente del Virgen del Rocío ha insistido en la valía profesional, el altruismo y la generosidad de los compañeros aludidos por las denuncias del SMS. Lo cierto es que nadie discute esas virtudes. Lo que denunciamos es la persistencia en unas prácticas contrarias a la ética y a la legalidad que denigran nuestra profesión y debilitan nuestras instituciones. Pedimos precisamente a los aludidos en nuestra denuncia que no se presten a tales prácticas. No hay mejor modo de dignificar nuestra profesión, y el desempeño de los cargos de responsabilidad dentro de ella, que garantizar que serán los mejores, y no los más leales, quienes accedan a los puestos de responsabilidad. Apelamos a la ética profesional y personal de los afectados: ¿Qué mejor modo de demostrar la propia valía que obtener un puesto de responsabilidad en una pugna limpia y transparente con sus compañeros? Quien se niega a hacerlo, ofrece argumentos para la sospecha y se convierte en la principal fuente de su desprestigio.