«En tierra hostil»

En los últimos días nos hemos hecho eco de la constitución, por la Delegación Territorial de Salud y Familias en Sevilla, de la comisión provincial contra las agresiones a profesionales de centros sanitarios con el objetivo de mejorar la coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y avanzar en la atención a los trabajadores que sufren situaciones violentas.

En la reunión, según ha trascendido a través de los medios, la delegada de Salud y Familias, Regina Serrano, destacó la importancia de que «todos sumemos para abordar esta grave problema y que nuestros profesionales realicen su labor en un entorno seguro». Ese primer «todos», evidentemente, no contaba con el Sindicato Médico de Sevilla, puesto que no fuimos invitados a asistir a la reunión constitutiva de la citada comisión.

Nadie está en posesión de la verdad absoluta, pero, para quienes desde este sindicato dedicamos nuestra labor diaria a mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la sanidad, resulta cuando menos extraño que ante una lacra como la de las agresiones se obvie nuestro cometido constitucional y no se cuente con nosotros para ejercer aquellas actividades que permitan la defensa y protección de los propios trabajadores.

Cabe recordar que en las dos últimas semanas han tenido lugar cinco nuevas agresiones a médicos en municipios de la provincia de Sevilla mientras realizaban su labor facultativa: el martes 5, en Lora del Río; el jueves 14, en La Algaba; el domingo 17, en Brenes, y el lunes 18, dos agresiones en La Rinconada.

Todas las agresiones mantienen en común la irrupción brusca de los agresores en la consulta del facultativo con voces, gritos y actitudes amenazantes hacia la integridad del profesional, con expresiones como «te voy a matar» o «no te escaparás». En todas las agresiones anteriormente citadas, los médicos agredidos, tras solicitar la asistencia de las fuerzas de orden público, han interpuesto demandas judiciales.

Que a la vista de la creciente ola de agresiones sufrida por los profesionales de la sanidad se decida mejorar el actual Plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales del SAS nos parece no solamente necesario, sino imprescindible. No obstante, estamos convencidos de que sin contar con el trabajo de campo, esto es, el trabajo a pie de obra que realiza nuestra organización sindical, el logro del objetivo final quedará más lejano.

El desastroso panorama actual con cinco agresiones en dos semanas que apuntábamos ut supra exige soluciones inmediatas ya contempladas en el actual Plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales del SAS.

Tras un largo periodo desde su implantación, nos seguimos haciendo las mismas preguntas que se hacen una y otra vez los agredidos:

  • ¿Dónde están las prometidas medidas de prevención que el plan expresa en su apartado 2.2 mediante la adecuación de infraestructuras e inmuebles y el diseño de centros? ¿Dónde están las medidas de SEGURIDAD PASIVA: dispositivos de alarma o interfonos en las consultas, colocación de videocámaras de vigilancia y salidas alternativas?
  • ¿Dónde están las medidas de SEGURIDAD ACTIVA, con la contratación de servicio de seguridad en aquellos centros, dependencias u horarios que se consideren de especial riesgo en función del Mapa de Riesgos?
  • ¿Dónde está la Solicitud de Daños y perjuicios al agresor, como reza el apartado 4.2 del citado Plan?
  • ¿No es un daño y perjuicio para el sistema el que un profesional quede incapacitado en mayor o menor grado y tiempo para ejercer su profesión?
  • ¿Es consciente la ciudadanía del grave peligro que supone que, tras sufrir una agresión, un médico tenga que abandonar su puesto de trabajo y dejar de atender al siguiente paciente?
  • ¿Saben los vecinos que empieza a ser difícil convencer a ningún médico de que trabaje allá donde se repiten las agresiones?
  • ¿Tienen los médicos en las zonas de especial riesgo de agresiones que seguir capacitándose mediante talleres y actividades incluidas en los planes de formación de los centros para controlar situaciones conflictivas, mientras desde las instancias públicas se transmite a la población sosiego paternalista mediante el “buenismo” que no hace sino ocultar la realidad?

Reunión urgente con Delegación Territorial de Salud y Familias

Ante la gravedad de la problemática generada en los profesionales de la sanidad por esta insoportable situación y la ineficacia de las medidas y actuaciones dirigidas a solventarla, el Sindicato Médico de Sevilla ha solicitado una reunión urgente a la Delegación Territorial de Salud y Familias en Sevilla, porque creemos no solo útil, sino necesaria, nuestra colaboración para erradicar esta lacra, y así lo manifestamos.

Desactivar bombas es necesario, pero lo verdaderamente imprescindible es evitar que alguien las coloque, porque nosotros, los trabajadores, no queremos trabajar “en tierra hostil”.

Y es que, cuando has tenido que denunciar a un agresor que te ha amenazado de muerte, cuando la frase «TE VOY A MATAR» aparece en todas las denuncias y en estas cinco últimas es denominador común, acabas actuando no como un facultativo que atiende a pacientes para prevenir o curar la enfermedad; ahora miras a la sala de espera con el angustioso dilema de saber si tendrás que cortar el cable rojo o el azul antes de que estalle la bomba en tus manos.

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