Urgencias en AP de Sevilla: crónica de una Navidad denunciada

Que las guardias de urgencias en Sevilla y su provincia son cada vez más penosas para los profesionales sanitarios es algo que llevamos años denunciando, al tiempo que proponiendo soluciones que para nada han sido atendidas, aunque se comprometieran a ello, como el aumento de la dotación en los puntos más críticos y saturados así como en las unidades móviles para adecuarlas a la demanda asistencial y a la carga laboral. Pero en época de vacaciones, y muy particularmente en Navidad, se están convirtiendo, usando una expresión popular, en la muerte a pellizcos.

A principios de Diciembre hemos podido comprobar que cualquier incidencia, como la enfermedad de un profesional, carece de capacidad de respuesta por parte del sistema salvo la de quitar un profesional de un centro ya saturado y dejarlo más en precario aún,  para ponerlo en otro.

La respuesta automática a nuestras demandas no se hace esperar: no hay médicos. Sin más. Sin otros planteamientos. Sin el más mínimo atisbo de vergüenza por ello. Sin caer en la cuenta, porque no les interesa más que la cuenta de resultados, en que las guardias en Andalucía son las peor pagadas de España, los índices de temporalidad lo mismo, el maltrato a los eventuales contratados en las peores épocas sin parangón, que la incertidumbre de los contratos permanece porque no se da información ni seguridad, etc., etc., etc.,… Y que todo ello conduce a lo que está  ocurriendo, miles de médicos que se van a regiones donde pagan más y mejor y/o países donde la paga es muy buena y la consideración del médico por las autoridades sanitarias es aún mejor.

Particularmente problemática, y no solo para los profesionales, es la situación que se está viviendo en el DCCU de Sevilla donde, desde hace años, se perdió una ambulancia para los servicios sanitarios urgentes a domicilio, en tanto que la demanda no ha hecho más que aumentar. Pero es que, de las cinco móviles restantes, cada vez es más raro que todas estén completamente operativas al tiempo, es decir, con su equipo de médico/enfermero + conductor puesto que las, cada vez más frecuentes, ausencias de algún médico en un puesto fijo tiene que ser sustituida por otro de una unidad móvil. Así, una de las móviles sigue funcionando y atendiendo urgencias sin médico. AH! Si, a veces se pone un pequeño vehículo, no una ambulancia, para que un médico pueda seguir haciendo avisos; suele ser cuando se estropea una móvil y prácticamente nunca para aumentar la dotación de los equipos móviles para atender una demanda que a veces, cada vez más, tiene demoras de varias horas, situación que pudiera ser peligrosa para la integridad de un paciente con un proceso patológico urgente.

Y los puestos fijos de este DCCU de Sevilla no están mejor que las móviles. En Amate, el centro de urgencias más masificado de Sevilla, atendido por un solo médico de plantilla reforzado con otros dos más durante el día, se vieron el sábado 23 de diciembre más de 370 enfermos, más de 160 el día 24 (con un refuerzo menos) y de nuevo más de 325 el lunes 25 de diciembre; la frecuentación fue superior a 190 el martes 26 y bajó a 91 el miércoles 27. Cualquier día salen en los periódicos. En Alcosa, con dos médicos de plantilla, en los tres días de Navidad (23-24-25) se vieron más de 300, 150 y 275 enfermos diarios. En Torreblanca, con un médico de plantilla y un refuerzo, más de 220, 220 y 190 enfermos. En Pino B, con un médico de plantilla y un refuerzo, más de 250, 160 y 200 enfermos. En Ronda Histórica, con un médico de plantilla y un refuerzo, más de 210, 220 y 165 enfermos. Todos ellos bajaron la frecuentación los días 26 y 27 de diciembre, martes y miércoles, a un intervalo de entre 50 y 70 enfermos. En los mismo términos de saturación y agobio estuvieron los centros de Greco y Cachorro, este último con un solo médico de plantilla.

Pero no vayamos a pensar que la situación en los puntos de urgencias provinciales es mejor. San Hilario, el punto de urgencias para toda la población de Dos Hermanas y sus urbanizaciones, muy por encima de los 100.000 habitantes, cuya urgencia es atendida por 3 médicos durante el día y 2 por la noche, tuvo los pasados 23, 24 y 25 de diciembre la friolera de ¡¡¡MAS DE 400 ENFERMOS DIARIOS!!! Y Los Palacios, atendido por dos médicos, tuvieron el 24 de diciembre más de 230 enfermos y una demora, en los momentos de máxima afluencia, superior a la hora y media.

Y otra muestra. La Pediatría, que no hace atención continuada específicamente, también sufre la saturación y de qué modo. En Olivar de Quintos, Montequinto, el martes 26 de diciembre en que el centro debía cerrar a las 15 horas, se citaron en la agenda de urgencias pediátricas pacientes cada 6 minutos hasta las 15,36. Confiamos en que, al menos, le paguen al profesional el tiempo extra porque la tila va en el sueldo.

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