Médicos de familia espartanos

Viendo la película 300, cuando los arcadios quieren unirse a los espartanos y su jefe demanda a Leónidas, rey de Esparta, más soldados para enfrentarse a los persas encabezados por Jerjes, aquel preguntó a varios miembros del ejército arcadio por su oficio, a pesar de que portaban armas y armaduras, a lo que estos contestaron alfarero, escultor o herrero. Los espartanos eran menor en número y su jefe les exhortó sobre su oficio a lo que estos respondieron al unísono que eran soldados, quedando claro que Leónidas aportaba menor número de personas, pero más soldados.

En los días de vacaciones y días reglamentarios de ausencia de los médicos se producen situaciones casi caóticas de atención a los pacientes en primaria, por la no sustitución de los que se van, muchos médicos o por lo menos yo, en esos días vemos más de 70 pacientes diarios, cosa por otra parte que se hace  cada vez más habitual, ya que siempre falta algún médico.

Suelo reclamar a mis superiores más médicos para pasar consulta, a lo que me contestan que no hay y que yo puedo, que además algunos compañeros están de baja laboral, y entonces me piden que haga todavía más: que cubra una guardia más, que haga unas horas extras en otro pueblo, y todo ello en nombre de la solidaridad con los compañeros. 

Nosotros los médicos de familia estamos adiestrados para eso, los pacientes se han acostumbrado a una situación que debiera ser excepcional, todo se achaca a los recortes, a la crisis económica, todo confluye para que nadie o pocos quieran cambiar con firmeza esta situación.

Los médicos de familia y pediatras de atención primaria son como esos soldados espartanosse dedican solo a una cosa, a ver pacientes, mas allá de lo que haría cualquier otro médico especialista, haciéndolo con una gran eficiencia, sus jefes conocen su gran capacidad de acción, su lucidez en la multitarea, su rapidez en la toma de decisiones, el gran conocimiento de sus pacientes, el dominio de los fármacos, la sensatez en la gestión de recursos sanitarios públicos y el enorme poder de resolución de los problemas médicos por que consultan los pacientes.
Los médicos de familia de atención primaria somos capaces de tolerar un número de pacientes por día, que sería impensable para otros, de pasar en poco tiempo de ver a un lactante con fiebre, a un anciano pluripatológico, de resolver una duda sobre vacunas para un viaje al centro de África, a hacer en el momento siguiente un estudio de contactos de tuberculosis, de atender y trasladar al hospital un infarto y a la vuelta consolar a un paciente con problemas familiares, de atender un WhatsApp de un paciente mientras espera que se imprima la hoja de medicación de otro, de ir a 6 domicilios en un mismo día de diferentes pacientes inmovilizados sin despeinarse y a la vuelta hacer registros en la historia clínica, justificantes, bajas laborales o derivaciones a otros especialistas, y luego tener que enlazar la consulta con las guardia, llegando a realizar jornadas maratonianas de 24 horas, sin a veces tiempo para las necesidades básicas de la vida diaria …
Por todo ello y muchas otras cosas de difícil explicación los médicos de familia nos hemos convertido en los espartanos de la medicina pública actual.

 Fuente: blog de un médico rural.

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