Un artículo de Redacción Médica del pasado 3 de junio publica que “Una sentencia de un tribunal de Sevilla obligará a un centro de Berja, en Almería, a apartar al enfermero que dirige su unidad de gestión clínica (UGC) y anula además la convocatoria de la plaza (“que facilitaba que los diplomados en Enfermería accedieran al cargo”) y todo el proceso posterior a ella, lo que incluye el nombramiento de este profesional enfermero.
El profesional que acceda a esta plaza deberá ser un médico, a tenor de la sentencia.
Para la Confederación Española de Sindicatos Médicos, “son aun demasiadas unidades de gestión clínica dominadas ilegalmente por enfermeros sin que las direcciones de los Distritos Poniente y Almería faciliten al Sindicato Médico la relación de directores enfermeros por lo que esta obstrucción al legítimo derecho a la información ya está siendo objeto de un procedimiento judicial de tutela de derechos fundamentales que se tramita ante el juzgado de lo contencioso-administrativo nº tres de la capital”.
Añaden además que no es la primera sentencia en este sentido, pues otra revocó otro proceso similar, esta vez en el área sanitaria de Roquetas Norte, aunque CESM denuncia en este caso que se ha vuelto a adjudicar la dirección de la UGC al mismo profesional enfermero”.