Como publicó ABC de Sevilla recientemente, desde las dos de la tarde y hasta las 8 de la mañana del día siguiente, además de sábados, domingos y festivos, los niños ingresados en oncología infantil y sus familiares carecen del imprescindible apoyo psicológico en situaciones tan comprometidas emocionalmente como las que sufren.
Pero si grave es esto en el Hospital Infantil Virgen del Rocío, no lo es menos que, fuera del hospital, ni tienen apoyo psicológico ni disponen de dispositivo de cuidados paliativos en sus casas, como ocurre con los adultos, a pesar de la mayor vulnerabilidad de estos pacientes.
Y los psicólogos que tienen en el hospital, de lunes a viernes, los pone la Asociación ANDEX. Fuera de este horario, los niños y sus familias están solos para afrontar, si así ocurre, la muerte. Y ello a pesar de la demostrada efectividad de la atención en casa durante los últimos días.
La falta de cobertura permanente de servicio tan básico y fundamental no concuerda con el mensaje repetitivo de lo “pionera” que es nuestra Comunidad en otros temas. Aquí llevamos ya muchos años de retraso y deficiencia en una cuestión que no necesita de grandes inversiones para investigación y desarrollo y sí de las contrataciones precisas para la atención y cuidado permanente de nuestros ciudadanos más vulnerables y necesitados de ella.