Me duele la cabeza.

26 de noviembre  2014.

Son las 22:30 horas y me duele la cabeza. Hoy he tenido una jornada agotadora y todavía no he conseguido liberarme de la tensión, por eso he pensado escribir esta carta.

Empiezo la mañana a las 8:00 en urgencias. Un paciente detrás de otro que vienen por patologías “urgentes”. La mayoría acuden porque no tienen cita para su médico, incluso dos se han atrevido a pedirme el resultado de analíticas. En medio de esta entretenida jornada tengo que atender a un chico con una deshidratación y a un anciano con un bloqueo AV de segundo grado que derivo al hospital. !Vaya por Dios! Ello supone una demora de 8-10 pacientes, que por supuesto esperan inmutables a ser tratados de “sus urgencias”.
A las 11:00 h termina mi turno de urgencias pero justo sale un aviso al cual acude mi compañera, cuyo turno es de 11 a 14 h. Yo me demoro 10 mn en atender a dos pacientes más, recojo y me dispongo a salir para mi consulta cuando una señora me asalta diciéndome que cómo se va a quedar el servicio de urgencias sin médico. Le respondo cansadamente que mi compañera sólo va a tardar 5 mn y yo tengo que empezar mi consulta. Probablemente no me insistió más al ver mi cara de desesperación.
Hago un pipí(el único de la mañana) y empiezo mi consulta. Intento ir rápido porque a las 14 h hay una reunión de formación a la que me gustaría ir. Tengo citado un paciente cada 5 mn. Además atiendo a 4 más sin cita para hoy, porque no se la daban hasta dentro de una semana. 4 pacientes x 5mn = 20 mn de demora, que sumo a los habituales de demora diaria. Resultado: termino la consulta a las 14:10 h. Tengo que hacer los informes de Sintrom. Me retraso 10 mn más. Mi directora me busca para que asista a la reunión. Qué más quisiera yo. Tengo que salir ahora a 3 avisos a domicilio, 2 míos y uno de reparto. A ver si no tardo más de 15 mn en cada uno. Imposible, el último es de una anciana que está muy malita y tengo que dedicarle el tiempo que se merece. Salgo del pueblo a las 15:25 h.
Mira por donde, hoy he regalado al SAS 1 hora: media hora haciendo avisos fuera de mi jornada laboral y otra media del desayuno que nunca disfruto.

Bueno, voy a relajarme. Mañana será otro día.
¡Horror! Acabo de recordar que mañana tengo jornada de tarde y además guardia. Eso supone pasar consulta de Planificación familiar de 13-14 h, urgencias de 14-17,30 y consulta de 17,30 a 20 h. Y continuo con mi guardia de 12 horas.
¡Vaya! Caigo en la cuenta que otra vez voy a regalar 1 hora de mi precioso tiempo: media hora de la comida a la que nunca tengo derecho y otra media del descanso de media tarde que ni una tarde huelo.
Bueno, voy de nuevo a intentar relajarme otra vez. Voy a programar qué tarde voy a doblar para cumplir con las horas extras que debemos como funcionarios del SAS. No puedo. Me duele la cabeza. Y además tengo ganas de llorar.

 

 

Dedicado a todos los compañeros que viven la misma o peor situación que yo

 

Nieves Luque Pérez. Médico EBAP

Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar