Las consultas de enfermedades de transmisión sexual sufren un destierro por la crisis

Dos médicos, uno de ellos contratado mes a mes y al 75%, se hacen cargo de un servicio que sólo atiende por las tardes, sin intimidad y en las dependencias de otra especialidad.

Es un hecho que la crisis está atacando frontalmente a la sanidad pública. Los recortes que llevan a cabo las administraciones están creando un sistema de salud que poco se parece al de hace unos años. La calidad del servicio que se ofrece a los pacientes está disminuyendo considerablemente. Se recortan prestaciones, aumentan las listas de espera, se masifican (aún más) las urgencias. Los profesionales son los otros grandes afectados. No se cubren plazas tras jubilaciones, se contratan a eventuales al 75% y con contratos de mes a mes. Prácticamente ninguna especialidad se libra de este tijeretazo pero, en los últimos meses hemos visto como una en concreto sufre un drástico recorte que la obliga a casi la marginalidad. Hablamos de las consultas de enfermedades de transmisión sexual, y el Sindicato Médico de Sevilla quiere denunciar públicamente la situación a la que se ven sometidos pacientes y profesionales.

Este servicio, que cubre toda la provincia de Sevilla, se da sólo en horario de tarde, concretamente de 15.00 a 19.00 y de lunes a jueves. Los profesionales por tanto, se ven obligados a trabajar sólo y exclusivamente en horario de tarde. El lugar, que hasta marzo de 2013 ha venido siendo el centro de salud de la Campana, ha pasado a ser el policlínico del Macarena. Allí se han adaptado estas consultas dentro del servicio de dermatología, que sigue desarrollando su actividad. Ocupando plenamente las consultas por la mañana y dejando algunas libres por la tarde, donde se adaptan las ETS. Por tanto supone un recorte en espacio para el servicio de dermatología que aún así acepta con solidaridad y buen trato a compañeros y enfermos. Pero esta situación, afecta gravemente a la intimidad de éstos últimos. Y es que los pacientes se sienten desubicados ya que reciben este servicio dentro de otras consultas, y en numerosas ocasiones coinciden con pacientes de dermatología afectando con ello a su intimidad.

Por este motivo, en algo más de dos meses desde que se cerrara el centro de la Campana y se trasladaran las consultas ya se han interpuesto más de 15 reclamaciones al SAS. Estas consultas están formadas por dos facultativos, uno especialista en dermatología y otro en medicina familiar, 3 DUE y 2 administrativos. Uno de los profesionales, el médico de familia, tiene contrato eventual, renovándose mes a mes y con un horario y salario al 75%. Una plantilla de trabajadores que supone un caos organizativo, puesto que al facultativo de dermatología le paga el hospital Macarena, al médico de familia el Virgen del Rocío y al resto el Distrito Sanitario Sevilla. A su vez, el laboratorio de referencia para enviar muestras es el del hospital Virgen de Valme.
Con esta situación se atienden a 70 pacientes diarios. A 10.800 consultas ascendió el número en 2012. La demora es de 25 a 35 días máximo, bajando a 7 días las preferentes y a 24 horas las urgentes. Los pacientes de estas consultas se sienten marginados ante un trato discriminatorio que le ofrece el SAS. Sin intimidad, en unas consultas que son de otros servicios y con un horario que dificulta una adecuada atención. A las puertas del verano, el horario sigue, y seguirá siendo para todo el periodo el de 15 a 19 horas. Los profesionales están cansados y esperan una solución. También los pacientes. ¿Continuará así esta situación? ¿O conseguirán un servicio digno?

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