Diario de Sevilla se hace hoy amplio eco de “los estragos” que la actuación del SAS sobre sus profesionales está causando en estos y, sobre todo, en los pacientes.
A nadie con dos dedos de frente se le pasa que toda acción tienen unas consecuencias. Si se machaca al personal que tiene que cuidar la salud de todos los ciudadanos de la Comunidad mediante condiciones de trabajo inasumibles y, en muchos casos, indignas, la consecuencia mas indeseable, pero inmediata, es la imposibilidad para atender a los pacientes en tiempo y forma. Y como tratamos con personas, se presentan y se presentarán verdaderos dramas personales por la falta de atención adecuada ante las carencias del personal mínimo imprescindible para poderla realizar.
La sanidad andaluza está llevada por los mismos regidores desde hace muchísimos años. A ellos debemos el desarrollo de la misma en ese tiempo. También son los responsables de la ruina en la que nos encontramos y que, dada la opacidad del sistema, solo ellos conocen. Por las medidas drásticas, injustas y arbitrarias que están tomando, deben ser de tal calibre que compensan mas tomarlas que las posibles consecuencias sobre el sistema sanitario, por muy graves que estas sean. Aunque la lleven a un callejón sin salida.