LOS POLÍTICOS Y LOS SINDICATOS DE CLASE
AGREDEN A LOS MÉDICOS DE BALEARES
Ni es la primera vez ni será la última. ¿De quién es la culpa? ¡Qué más da? Lo cierto es que el pato lo van a pagar los médicos. Como siempre.
Érase una vez una Comunidad Autónoma que no tuvo más remedio que ceder ante las legítimas aspiraciones de sus médicos. Esos médicos que con su esfuerzo y sus bajos sueldos sostienen la sanidad pública de este país y sus diecisiete comunidades autónomas.
Se llegó a un acuerdo y se revisaron las retribuciones de los facultativos, pero …….. ¡Oh, pecado! …… Se dictaron órdenes a nóminas y nada más.
Los sindicatos de clase, celosos de no haber participado en un proceso, en el que por otra parte nadie les había dado vela, impugnaron, acogiéndose a la Ley de Libertad Sindical y su derecho, que nadie le niega, de participación en la Mesa Sectorial de Sanidad, los citados acuerdos.
Tras un periodo de tiempo, largo como un contencioso, los médicos vinieron devengando las mejoras en sus nóminas. En conceptos complementarios y variables, por supuesto.
Dictaron sentencia los jueces y, como no podía ser de otra forma, anularon los acuerdos por falta de participación de la Mesa Negociadora y falta del correspondiente Acuerdo de Gobierno y su consiguiente publicación en el Boletín de la Comunidad.
La sentencia, dañina para los médicos, fue a parar a un cajón y ni el gobierno ni los sindicatos exigieron su cumplimiento. Unos para tapar su incompetencia y los otros para que no trascendiera que unos sindicatos practicaban el tiro al blanco contra los médicos de la comunidad. Pero si guardas algo podrido, cada día se pudre más y si lo sacas del cajón acaba oliendo toda la casa.
Pasado el tiempo, mucho tiempo, un rifirrafe entre políticos hace que ciertos papeles acaben encima de la mesa, abandonando el cajón en el que estaban confinados y alguien exige que se cumpla la sentencia “ad integrum”.
Esto significa que las retribuciones de los médicos baleares vuelven al punto en que se encontraban antes de las negociaciones y además, éstos deban devolver todo lo cobrado de más desde entonces.
Tendrán que devolver entre 25.000€ y 45.000€, según los casos, con un sueldo disminuido y con una hacienda ávida por recortar y recaudar.
No cabe hacer comentarios. Cualquiera que lea esto sabrá sacar conclusiones.
Gracias Sres. Políticos, gracias UGT, gracias CCOO, gracias CSI-CSIF.